Exterminio masivo de personas: efectos colaterales de un sistema económico en vías de colapso

14 de junio de 2020

Eduardo Aguirre
10 min readJun 19, 2020
Foto por Tom Barrett en Unsplash.

El brote de COVID-19 ha dado mucho de qué hablar. En marzo del 2020, la editorial ASPO publicó Sopa de Wuhan, una compilación de textos de pensamiento contemporáneo en torno a la pandemia de COVID-19. Los textos fueron escritos entre febrero y marzo del 2020. Entre la compilación de artículos, los filósofos Slavoj Zizek[1] y Judith Butler escribieron dos textos que explicaron las consecuencias negativas de la pandemia y su significado para la lucha por un cambio social más grande. Más importantemente, los artículos de Zizek y Butler ilustraron cómo la crisis sanitaria causada por la pandemia señaló las dificultades para que un sistema económico capitalista incluya igualdad de acceso de derechos para los ciudadanos de un país. ¿Hasta qué punto los gobiernos podrán reformar el sistema económico capitalista para que sea más justo a nivel mundial? Concretamente, los gobiernos alrededor del mundo tendrán que comenzar a reformarlo con la garantía universal de atención médica y no discriminación para aquellos ciudadanos que la pandemia ha vulnerado más.

Por un lado, Slavoj Zizek escribió el artículo “Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo” para describir la oportunidad que la pandemia de COVID-19 presenta para la sociedad contemporánea. Zizek explicó que, así como un golpe mortal en Kill Bill 2, el capitalismo global podría recibir un golpe por la pandemia.

El movimiento consiste en una combinación de cinco golpes con la punta de los dedos a cinco puntos de presión diferentes en el cuerpo del objetivo. Después de que el objetivo se aleja y ha dado cinco pasos, su corazón explota en su cuerpo y caen al suelo. […] Después de que Beatrix lo hace, Bill tranquilamente hace las paces con ella, da cinco pasos y muere. Lo que hace que este ataque sea tan fascinante es el tiempo entre ser golpeado y el momento de la muerte: puedo tener una conversación agradable mientras me siento tranquilo, pero soy consciente de todo este tiempo que en el momento en que empiezo a caminar, mi corazón explotará, y caeré muerto.[2]

Zizek sustentó su analogía cinéfila con problemas del “sistema capitalista global”[3] que la pandemia hizo más evidentes. Algunos ejemplos que Zizek describió fueron la falta de atención médica universal en Estados Unidos, el calentamiento global y la desensibilización de las muertes que la pandemia ha causado. Zizek explicó cómo la pandemia es equivalente a aquellos cinco pasos que Bill pudo dar antes de morir por el golpe mortal en Kill Bill 2. Zizek consideró que los problemas que la pandemia ha causado pueden servir para que la sociedad reflexione y realice un cambio radical para ser más y justa y sostenible o, si no, para morir de la misma manera que Bill.

Por otro lado, Judith Butler escribió el artículo “El capitalismo tiene sus límites” para indicar que, mientras el SARS-CoV-2 no discrimina en sus contagios, los países y sus sistemas de salud sí. De una manera, Butler apoyó la tesis de Slavoj Zizek, ya que explicó que la pandemia resalta las diferencias sociales que hay en el mundo por nacionalismos, racismo y la supremacía de la explotación capitalista sobre las minorías que existen alrededor del mundo. Aún más, Butler resaltó un punto importante en su artículo: la pandemia puede dar lugar a la privatización tanto de las vacunas –ya que estén disponibles– como de los servicios de salud que el Estado y empresas privadas proveen para tratar la enfermedad.

Un escenario que ya podemos imaginar es la producción y comercialización de una vacuna efectiva contra el COVID-19. Claramente desesperado por anotarse los puntos políticos que aseguren su reelección, Trump ya ha tratado de comprar […] los derechos exclusivos de los Estados Unidos sobre una vacuna de la compañía alemana, CureVac, financiada por el gobierno alemán. El Ministro de Salud alemán, con desagrado, confirmó a la prensa alemana que la oferta existió. […] Supongo que se opuso a la disposición de «uso exclusivo» y que este rechazo se aplicará también para los alemanes. Esperemos que sí, porque podemos imaginar un mundo en el que las vidas europeas son valoradas por encima de todas las demás. […] Seguramente veremos a los ricos y a los que poseen seguros de cobertura de salud apresurarse para garantizarse el acceso a dicha vacuna cuando esté disponible, aun cuando esto implique que solo algunos tendrán acceso y otros queden condenados a una mayor precariedad.[4]

Butler discutió particularmente el caso de Estados Unidos y Europa. Con ello, Butler pudo afirmar la posibilidad de que los países occidentales obtengan ventaja del acceso a la futura vacuna de COVID-19 sobre otros países. Asimismo, Butler pudo criticar el caso específico de Estados Unidos, al negar el acceso de atención médica como un derecho universal y una obligación social. Así, Butler y Zizek escribieron artículos que contribuyeron, con distintos enfoques, a una idea principal: la pandemia de COVID-19 señala una gran deficiencia de igualdad, sostenibilidad y justicia dentro de un sistema económico mundial sujeto al capitalismo voraz.

En primer lugar, es necesario delimitar el concepto que Zizek acuñó: un “sistema capitalista global”. En su artículo, Zizek describió el COVID-19 como una oportunidad para “pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del estado-nación, una sociedad que se actualiza a sí misma en las formas de solidaridad y cooperación global”.[5] De una manera similar, el “Manifiesto del Partido Comunista” de Karl Marx y Friedrich Engels discutió la idea de un cambio radical social en el siglo XIX. El Manifiesto exhortó que los proletarios de Europa unieran sus fuerzas en contra de una lucha histórica de opresión entre una clase burguesa dominante y una clase obrera.

La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, […] únicamente ha sustituido las viejas clases [y] las viejas formas de lucha por otras nuevas. […] La época de la burguesía se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.[6]

Asimismo, el Manifiesto especificó que la moderna sociedad burguesa produce su riqueza en un mercado mundial dentro del sistema económico capitalista.

Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria en su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indígenas, sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo y [consumidas] en todas las partes del globo.[7]

Las ideas de Marx y Engels son esenciales para comprender el cambio social radical del cual Zizek escribió en su artículo. Marx y Engels terminaron el manifiesto con una sola invitación: “¡Proletarios de todos los países, uníos!”[8] De la misma manera, Zizek especificó que el COVID-19 es una pandemia que afecta a todas las naciones en una magnitud u otra. Por lo tanto, si la pandemia fue un síntoma de la decadencia del sistema capitalista global, el mundo necesitará coordinarse unitariamente para lograr un mundo sin opresión ni injusticia. ¿Será posible? Si es necesario un cambio tan radical, el primer paso es reestructurar los sistemas que permiten que la pandemia discrimine y oprima.

En segundo lugar, Judith Butler ejemplificó un elemento esencial para que el capitalismo actual no sea vorazmente injusto. Como la activista María Galindo escribió, “el coronavirus podría ser el Holocausto del siglo XXI para generar un exterminio masivo de personas que morirán y están muriendo”.[9] Ante una enfermedad que ha matado a más de 400,000 personas, la privatización del acceso a la salud permanece como la más grande amenaza para combatirla. Como Butler escribió, Estados Unidos y Europa podrían tener una ventaja sobre el resto de mundo para erradicar la pandemia. ¿Cuál sería la ventaja? La privatización del desarrollo y la distribución de la vacuna. Si los gobiernos imponen un precio sobre la vacuna, habrá países y grupos minoritarios[10] que tardarán más en erradicar la enfermedad y las muertes que causa. Asimismo, Butler utilizó el ejemplo de Estados Unidos para exhibir la importancia de los derechos básicos en un cambio radical hacia un sistema económico más justo: mientras los gobiernos y las empresas privaticen el acceso a los derechos humanos –como la atención médica–, las injusticias del capitalismo global desmedido nunca serán completamente erradicadas.

Sin embargo, no hay mucha fe en un cambio radical hacia un sistema económico más justo. Como Butler predijo, Joe Biden es ahora el candidato presidencial para las elecciones de Estados Unidos en 2020. Por lo tanto, Bernie Sanders y Elizabeth Warren –los candidatos demócratas que defendieron el acceso gratuito a la atención médica– no podrán realizar un plan muy radical en Estados Unidos. El ejemplo estadounidense de Butler expuso que el capitalismo sostiene vastos mercados e intereses jerarquizados que impiden que exista un apoyo radical y universal hacia un sistema económico más justo y garantizador. Como Zizek explicó, el nerviosismo de los mercados financieros frecuentemente opaca la gravedad y la precariedad de la pandemia que el mundo está enfrentando. El discurso de dominación económica occidental ya está tan normalizado globalmente que la idea de un capitalismo decadente suena poco realista para aquellos que no cuenten ideales como los de Bernie Sanders y Elizabeth Warren en Estados Unidos, o para aquellos que duden del ethos de filósofos radicales como Zizek y Butler. No obstante, si los gobiernos –occidentales o no– no reconocen las fallas del capitalismo que la pandemia ha exhibido en estos últimos meses, es muy probable que los mercados privaticen el acceso de derechos humanos para los ciudadanos incluso cuando la pandemia termine. Para pensar en la modificación radical de un sistema capitalista global, un gobierno debe pensar en las injusticias que sus ciudadanos pueden sufrir como consecuencias de un libre mercado proliferante, tanto en un contexto de pandemia como en uno de normalidad.

Los artículos de Slavoj Zizek y Judith Butler en Sopa de Wuhan formularon una perspectiva necesaria sobre la pandemia de COVID-19. La analogía que Zizek hizo entre la decadencia del capitalismo y un golpe mortal en Kill Bill 2 puede ser controversial. No obstante, su importancia radica en los defectos del capitalismo global que la pandemia ha demostrado. COVID-19 es una enfermedad que demostró la necesidad de un sistema de salud universal y eficiente en los países afectados, así como el reconocimiento de la importancia de la vida de una persona –sin importar su raza, género o clase social–. La preservación de una vida humana es más importante que la estabilidad de los mercados alrededor del mundo y, si la economía globalizada no cambia en beneficio de la igualdad y la justicia, la pandemia de COVID-19 cobrará mucho más que la estabilidad económica de occidente: cobrará la posibilidad de luchar por un mundo más igual y más justo.

Bibliografía y demás referencias

Butler, Judith. “El capitalismo tiene sus límites”. En Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia. Argentina: ASPO, 2020. 59–66.

Engels, Friedrich y Karl Marx. “Manifiesto del Partido Comunista (1848)”. En Marx — Engels. México: Departamento Académico de Estudios Generales de Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1994. 49–74.

Johns Hopkins University & Medicine. “World Map”. En Coronavirus Resource Center, accedido el 13 de junio de 2020. https://coronavirus.jhu.edu/map.html.

María Galindo, “Desobediencia, por tu culpa voy a sobrevivir”, en Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia (Argentina: ASPO, 2020), 119–127.

“Nota editorial”. En Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia. Argentina: ASPO, 2020. 13.

Zizek, Slavoj. “Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”. En Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia. Argentina: ASPO, 2020. 21–28.

[1] Žižek, en ortografía eslovena.

[2] Slavoj Zizek, “Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”, en Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia (Argentina: ASPO, 2020), 22–23.

[3] Slavoj Zizek, “Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”, en Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia (Argentina: ASPO, 2020), 23.

[4] Judith Butler, “El capitalismo tiene sus límites”, en Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia (Argentina: ASPO, 2020), 59–66.

[5] Slavoj Zizek, “Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”, en Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia (Argentina: ASPO, 2020), 22.

[6] Friedrich Engels y Karl Marx, “Manifiesto del Partido Comunista (1848)”, en Marx — Engels (México: Departamento Académico de Estudios Generales de Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1994), 52.

[7] Friedrich Engels y Karl Marx, “Manifiesto del Partido Comunista (1848)”, en Marx — Engels (México: Departamento Académico de Estudios Generales de Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1994), 55.

[8] Friedrich Engels y Karl Marx, “Manifiesto del Partido Comunista (1848)”, en Marx — Engels (México: Departamento Académico de Estudios Generales de Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1994), 73.

[9] María Galindo, “Desobediencia, por tu culpa voy a sobrevivir”, en Sopa de Wuhan: pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemia (Argentina: ASPO, 2020), 121.

[10] En su artículo, Judith Butler también mencionó que hay un discurso de exclusión hacia ciertas minorías en el contexto pandémico, como las personas no blancas, las mujeres, las personas queer y trans, y migrantes en un discurso nacionalista. Según Butler, el discurso de exclusión fortalece su opresión sobre las minorías cuando los Estados están incapacitados para combatir la pandemia, y cuando los empresarios alrededor del mundo quieren comercializar la crisis sanitaria y el sufrimiento humano.

--

--

Eduardo Aguirre
Eduardo Aguirre

Written by Eduardo Aguirre

Bienvenidx a mi evolución de pensamiento. | ESP | ENG | FRA (+/-)

No responses yet